1- INTRODUCCION
Como hijos amados de Dios hemos convenido en que la palabra de Dios (la Biblia) es la voluntad de Dios, revelada a su gente con el objeto de guiarlos a una mejor manera y óptimo aprovechamiento de la vida en cuanto a la vida misma que nos ha sido dada por obra y gracia del creador.
Partiendo desde aquí veremos que la palabra de Dios tiene distintos provechos y distintos usos de acuerdo a quien le fue revelada y a su contexto histórico y social.
Uno de estos provechos o usos estuvo dado por el hecho de la necesidad de una organización social y económica para un país que estaba emergiendo cual fue Israel en el A.T.
En su infinita sabiduría y conocimiento del ser humano, Dios no solo inspiró en los santos hombres de Dios la mejor manera para organizar económica y socialmente a un país, sino que le dio un marco ético y moral aún al día de hoy inigualado centrando la legalidad de esta sociedad en dos grandes leyes madres, capaces de crear el mejor contexto para el desarrollo de una sociedad y de la plenitud del individuo dentro de esta.
Estas dos leyes madres tienen nacimiento en los dos mas grandes mandamientos de los cuales dijo el Señor Jesucristo pende toda la ley y los profetas.
MATEO 22: (37-40)
Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón,
Y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este
Es el primero y grande mandamiento. Y el
Segundo es semejante: Amarás a tu prójimo
Como a ti mismo. De estos dos
Mandamientos depende toda la ley y los
Profetas.
Como base y fundamento personal y como fundamento para la sociedad es indudable que amar a Dios con todo tu ser es la clave espiritual para tener éxito en la vida. Esto es tratado ampliamente por hombres y mujeres de Dios en el pasado, en el presente y seguramente lo será en el futuro.
El enfoque de este trabajo está principalmente dado en el segundo gran mandamiento ya que es en este punto donde vemos una gran falencia en el mundo cristiano y seglar sobre su tratamiento en amplitud.
Encontramos en mateo un principio rector de vida dado por nuestro Señor Jesucristo, el cual es enseñado por él para mostrar la manera de vivir que completa al hombre y a la sociedad.
MATEO 6:(25-33)
“Más buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.”
Al leer con detenimiento las palabras de nuestro Señor y el contexto en el cual fueron dichas encontramos un paralelo y un completarse entre aquello dicho por Jesús en mateo 22 y lo que nos dice en mateo 6 ya que aquellos dos grandes mandamientos se encuentran reflejados en mateo 6:33 al encontrar al primero en buscar el reino de Dios y el segundo en buscar su justicia, ya que la justicia de Dios no impartida directamente por el se manifiesta en el trato horizontal entre los hermanos al amar a tu projimo como a ti mismo.
Es tristemente común encontrar a hombres y mujeres que hacen grandes declaraciones de amor a Dios y proclaman su andar recto pero al ver la necesidad humana solo se contentan con limosnas o con justificaciones que le permiten seguir su vida buscando su propio bienestar sin entender que la gran oportunidad está delante de ellos para que Dios les añada todas las cosas por medio de encontrar su sentido en la vida.
Ya el Señor describió esta situación en la maravillosa parábola del buen samaritano, donde estableció con claridad cuales son las características de aquel que es tu prójimo, dando el entendimiento justamente a alguien que sabía la letra de la palabra pero que aún no había entendido el corazón detrás de la letra.
Esto fué lo que nuestro Señor con su maestría le mostró.
LUCAS 10: (25-29)
Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y
dijo, para probarle; Maestro, ¿haciendo que
cosa heredaré la vida eterna?
El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo
lees?.
Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al señor tú
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y
con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a
tu prójimo como a ti mismo.
Y le dijo: bien has respondido; haz esto y
vivirás.
Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo
a Jesús: ¿y quién es mi prójimo?
Al realizar este trabajo y buscando la guía de Dios y el Señor para ello nos encontramos con esta tremenda pregunta ¿quién es mi prójimo? De quién se suponía que interpretaba la ley y podía a alumbrar a otros sabiendo esto.
Surgida de la simple lectura y meditación vemos dos elementos claves para encontrar más luz, lo primero es que este interprete de la ley hizo esta pregunta como dice el texto “buscando justificarse” nuestra pregunta es ¿buscando justificarse de qué? Y el contexto nos aclara que se trataba de amar al prójimo como a sí mismo y que como en muchos hoy esta pregunta ¿quién es mi prójimo? Solo sirve para no amar, no ayudar, no cubrir. No es de mi iglesia, no cree lo que yo creo, no hace lo que es correcto.
Ante tamaña pregunta que descubría el corazón de quién la hizo el Señor responde con una parábola para ilustrar lo que le enseñaría y evitar que se fuera de su corazón.
LUCAS 10:(30-37)
Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre
Descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en
manos de ladrones, los cuales le despojaron;
e hiriéndole, se fueron, dejándole medio
muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por
aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Asimismo un levita, llegando cerca de aquel
lugar, y viéndole, pasó de largo.
Pero un samaritano, que iba de camino, vino
cerca de él, y viéndole, fue movido a
misericordia;
Y acercándose; vendó sus heridas,
echándoles aceite y vino; y poniéndole en su
cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuido de él.
Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio
al mesonero, y le dijo: cuídamele; y todo lo
que gastes de más, yo te lo pagaré cuando
regrese.
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue
el prójimo del que cayó en manos de los
ladrones?
El dijo: el que usó de misericordia con él.
Entonces Jesús le dijo Ve y haz tú lo mismo.
Si analizamos este relato a conciencia notaremos que la pregunta fue ¿quién es mi prójimo? Hecha para justificarse y que denotaba su falta de entendimiento del corazón de Dios en ni más ni menos que un interprete de la ley. A esta pregunta el Señor responde enseñándole no quién era su prójimo sino quien debería ser él para ser el prójimo de quién lo necesitara. Este si es el corazón de Dios y este acto de amor de amar lo inamable es lo que rompe el circulo vicioso de “te doy a cambio de” para entrar en el circulo virtuoso de Dios donde “te doy sin esperar nada a cambio porque Dios me dio primero”
Este mismo concepto se encuentra establecido en la epístola que nos enseña por excelencia acerca de cómo estar en comunión con Dios cual es la 1 epístola de Juan.
1JUAN 3:(17-18)
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su
hermano tener necesidad, y cierra contra el su
corazón, ¿como mora el amor de Dios en el?.
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua,
sino de hecho y en verdad.
Esto que vemos en la voluntad de Dios nos permite salir de la ley de la entropía que lleva todo de mal en peor como consecuencia de la caída del hombre, para entrar con un respaldo mayor que es Dios mismo en aquello de “el camino del justo es como la aurora que va en aumento hasta que el día amanece” Esto le da a nuestra vida el sentido genuino para el que renacimos y por el cual podemos marcar una diferencia en el mundo hoy.
Son pocas las personas que reniegan de Dios por lo menos en nuestro país es más la gran mayoría hace alarde de su relación personal con él, pero cuando cotejamos el fruto de ello hay muy poco o quizás nada, ya que como el interprete de la ley estamos trabajando para nosotros mismos, para nuestro deleite, y para aquellos que nos interesan preguntándonos quién es nuestro prójimo en vez de aprender de Dios en su palabra como ser el prójimo de otros que lo necesitan.
Esto que vemos claramente en cuanto al andar personal fue aplicado también en una sociedad llevando a crear por medio de aplicar y vivir estos principios un contexto tremendo para romper y prevalecer sobre la corriente imperante en el mundo después de la caída del hombre y mostrando que aunque no existirá hasta que nuestro Señor establezca su reino en la tierra una sociedad totalmente justa podemos trabajar por ello siendo el antiguo Israel un magnifico ejemplo de que se puede lograr un contexto más conducente para que las personas puedan salir de la pelea por la supervivencia y empiecen su nueva vida desde la eternidad y el amor de Dios y del Señor Jesucristo.
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